lunes, 16 de mayo de 2011

Reporte de lectura de "el laberinto de la saledad"

El Pachuco y otros extremos.
Este capítulo habla sobre el adolescente y su descubrimiento, que lo lleva a la conclusión, de una soledad en el mundo. Dice que en la adolescencia es el momento en que tomamos conciencia de nuestro ser, es comparado por el autor con los pueblos “en trance de crecimiento”. Dice qe los mexicanos no se mezclan y que se autonombran Pachucos (“Bandas de jóvenes que viven en las ciudades del sur, que se singularizan por su vestimenta conducta y lenguaje”). Personas que no quieren volver a su origen mexicano, pero que tampoco quieren pertenecer al sistema americano. Se niega el supuesto complejo de inferioridad que caracteriza al mexicano. “Sentirse solo no es sentirse inferior sino distinto”, la soledad del mexicano, tiene sus raíces en su profundo sentido religioso, y en la muerte, la compañera perfecta de la vida. Sólo en México se rinde culto a la muerte pues se sabe dadora de vida.

Máscaras mexicanas.
Nos dice qe son varias facetas de los mexicano, ser singular que sin embargo, siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás. Lejos también de sí mismo.” Capaz incluso de hacer uso del silencio, además de la palabra, como un instrumento de defensa. Nos dice de las palabras que utilizamos, los albures, connotaciones sexuales y se tiene un carácter cerrado hacia el mundo. Nos platica que los mexicanos usamos máscaras para proteger la intimidad, no nos interesa la intimidad ajena y que el círculo de la soledad se cierra otra vez. Cuenta que las máscaras del mexicano y sus mentiras, reflejan sus carencias, lo que fuimos y queremos ser. Sin embargo, de tantas posturas y tantas mentiras terminamos simulando lo que queremos ser, 

Todos santos, día de muertos.
La contradicción forma parte del mexicano. Esto nos dice que “Cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo” y las Fiestas populares, resultan el desagüe idóneo para tal efecto. Durante las Fiestas populares, desde el grito de independencia hasta el día de la raza, el mexicano se siente completo y seguro.
En todos los rincones de México existen sus Ferias y tradiciones, aún en los más miserables. Los ricos, la minoría que no es pueblo, no festejan, sus reuniones son frías y ni por equivocación se faltan los modales. “Las Fiestas son el único lujo de México”. Uno de los festejos que más llama la atención: es el día de muertos. Ya desde antes de la llegada de los españoles, los indígenas creían que la vida se continuaba con la muerte, y de hecho, la vida misma se alimentaba de la muerte. Octavio paz resalta que “todo funciona como si la muerte no existiera.

Los hijos de la Malinche.
 Nos dice que el individuo se vuelve obrero, número de fábrica prescindible. Produce mercancía que el mismo consume. “El mexicano no quiere o no se atreve a ser el mismo”, paz nos dice que la Chingada, es la mujer abierta, violada, es el resultado del conquistador, penetrando por la fuerza a la mujer indígena. Sin embargo, los hijos de la Chingada son los otros, los no mexicanos, los malinchistas y así, la Chingada y la Virgen de Guadalupe, ambas figuras pasivas, representan el amor -odio del mexicano hacía sí mismo.Al gritar, ¡Viva México hijos de la Chingada! Continuamos gritando nuestra voluntad de cerrar los ojos al pasado.

Conquista y colonia.
Nos habla de la colonia, la agricultura, y la vida que se llevaba en mesoamerica a la llegada de los españoles. España era por ese entonces una nación medieval, que tomó su lugar en la Europa renancentista, gracias a su “descubrimiento”.  La Nueva España, no sobresalió por un arte, mito o pensamiento originales. No poseemos a ningún reformador o místico de importancia. Pero es quizás Juana de Asbaje o Sor Juana Ines de la Cruz, la figura más representativa de la colonia. Poeta, monja Gerónima, autora dramática y profundamente adelantada a su tiempo. Feminista antes de las feministas, lectora de Platón y Aristoteles, Sor Juana representa la más pura reflexión intelectual. Cree en Dios, pero siempre busca una explicación racional de las cosas y es precisamente, en un mundo donde sólo las afirmaciones puras y las negaciones puras pueden existir, donde queda fuera la duda y el examen. “Su doble soledad, de mujer e intelectual” la coloca como la primer mujer moderna de México.

De la Independencia a la Revolución.
La independencia de la Nueva España no es una independencia propositiva en ideas, no hay postulados ni ideas universales. Los caudillos, es decir los sacerdotes, no tienen una idea clara de que hacer. Su única virtud, es que escuchan de cerca al pueblo. Sin embargo, se hereda el viejo orden español sin la visión futura de una sociedad moderna. Aparece entonces, la imagen del dictador hispanoamericano con su primera impresión: la del libertador. Las nuevas sociedades se formaban por militares ansiosos de repartirse el botín. En México mientras tanto, aparece una constitución, copia de Europa y Estados Unidos que pasaban por una realidad muy distinta a la nuestra, es decir: la revolución Industrial. Esta constitución ligeramente liberal y democrática, era,  la esperada aparición de una burguesía mexicana, es decir, una clase social pudiente y productiva, jamás apareció. México era un país agrario muy ajeno al occidente industrializado. En cambio surge una casta latifundista que reniega del progreso. Muerto Juárez, el poder está a merced de los caudillos; Porfirio Díaz, militar de corte liberal asume el poder. Una nueva máscara se pone México, ahora de estilo afrancesado y pretendidamente sofisticado. Los indígenas son desplazados de sus tierras, se abre la economía al capital norteamericano. México –que nació endeudado como país- se endeuda más.

La “Inteligencia” Mexicana.
Dice que la “Inteligencia” mexicana es el sector que ha hecho del pensamiento crítico su actividad vital, aunque señala que la obra de esta “Inteligencia” no se encuentra del todo en libros, sino mas bien en su influencia en la obra pública. La literatura mexicana, reflexiona sobre la conquista y el pasado indígena, y los autores más atrevidos en la reciente revolución. Había que levantar al país y quién mejor que los intelectuales para hacerlo. Los caudillos se allegaron de gente de estudios, por supuesto que no todos los miembros de la “Inteligencia” colaboraron; algunos incluso se opusieron al régimen y como en el caso de Manuel Gómez Morín y otros, fundaron el partido de oposición. El Acción Nacional.

Nuestros días. 
La revolución no ha hecho de nuestro país una comunidad o siquiera una esperanza de comunidad. Sin embargo, como todas las revoluciones del mundo, la de México fue la primera del siglo veinte ninguna ha terminado satisfactoriamente su labor. En primer termino, liquidar el régimen feudal, transformar el país mediante la industria y la técnica, suprimir nuestra situación de dependencia económica y política y, en fin, instaurar una verdadera democracia social. Ahora bien, la historia va a la par para todos, el planeta, unificado desde la expansión imperialista, enredó por completo las economías de todos los países. Desde luego, unos beneficiados y otros no. “Lo conquistado hay que defenderlo todavía”
Sorprende la visión y crítica hacia los países comunistas y la “cristalización” de la “Dictadura del Proletariado” encarnado por la entonces Unión de Repúblicas Soviéticas y Socialistas. 

Apéndice. La Dialéctica de la soledad.
Nos cuenta que “El hombre es el único ser que se siente sólo y el único que es búsqueda de otro”. Para el nóble Mexicano, la soledad lleva irremediablemente a la conciencia. Nacemos y morimos solos. Pero también somos capaces de traspasar nuestra soledad mediante el amor como “elección, libre elección acaso de nuestra fatalidad, súbito descubrimiento de la parte más secreta y fatal de nuestro ser”. Las relaciones amorosas están viciadas por culpa de la sociedad, misma que impide la libre elección. La mujer es presa de su imagen; impuesta por una sociedad básicamente masculina. Tampoco el hombre puede elegir, el primer contacto sexual del niño ocurre con la madre y/o hermanas. De modo que un carácter simbólico de incesto, está presente en nuestro erotismo. Se elige por confusión, por belleza o conveniencia; por creer que “no hay de otra”, o por que “se me va el tren”. Para la sociedad, el amor equivale a tener hijos pues la familia, es el primer reflejo de la sociedad. La doble moralidad aterriza directamente en el concepto del Matrimonio, es decir la naturaleza conservadora de la pareja. Al amor garantizado constitucionalmente.